domingo, 3 de diciembre de 2023

More as a leftist



Publicaré un comentario hecho en respuesta a un video (especialmente a una parte al final del mismo) de un youtuber sensacionalista dedicado a atacar a Javier Milei y Victoria Villarruel desde una sesgada y bastante vaga posición libertaria liberal de izquierda en general y excepcionalmente sin adjetivos (cuyos autores el youtuber denomina presuntuosa y sin justificación teórica como los "verdaderos liberales"). Hace sus "denuncias" y críticas parado desde publicaciones harto conocidas, y amplificada por él hasta el absurdo en lo que firmemente creo son deducciones forzadas, preconceptos ideológicos (de tinte "mutualista" que soslayan la diferencia entre un "crony capitalism" y el estatismo generalizado), falacias formales y no formales, falsedades flagrantes, medias verdades y otras formas de desinformación. Al día de la fecha este comentario no fue publicado por el canal de dicho "periodista". Sólo lo han llegado a leer algunos amigos y conocidos míos, en especial mi amigo el youtuber El Gentilhombre, un serio documentalista independiente a quien consulté respecto a este texto:


No es serio hablar de "dictadura genocida" para referirse al gobierno de facto del 76-83: es usar una retórica ridícula pseudo-derechohumanista, de la izquierda oficial que representa a las organizaciones armadas, rechazada hasta por el políticamente correcto Luis Alberto Romero. Este último hasta toma distancia, no sin cierta elegante sutileza, de uso del concepto "genocidio" y pretende reducirlo al de "terrorismo de Estado". Tampoco es serio afirmar que se es un "represor asesino" por combatir a organizaciones terroristas pro-castristas (sí, aun bajo una dictadura, eso no hace al combate ninguna represión política). Mucho menos usar fuentes como el Página/12 del mercenario de Lanata y el ex jefe terrorista de Verbitsky, o tomar como evidencia probatoria a los "testigos" de la comisión inconstitucional CONADEP del "socialdemócrata" Raúl Alfonsín, representante en los secuestros extorsivos del ERP y, junto con Jimmy Carter, colaborador directo y cómplice defensor de la dictadura de la junta sandinista en Nicaragua ¡todo para criminalizar un bando de la guerra civil que hubo en Argentina! (a menos que se tenga la doble vara de negarla). Todo en este video, especialmente a este respecto (el tema Bussi, etc.) es una gran ensalada de condenaciones ideológicas, anatemas tomados -cuando conviene- de la historia oficial setentista (y del periodismo "bienpensante" y bienpagado), y medias verdades unidas con la cinta aisladora del conspiracionismo.

Combatir disparates con mentiras no es una buena estrategia, ni para un periodismo serio ni para un periodismo sano. Menos aun lo es ningunear una causa justa por el hecho de serlo, entremezclándola con la cuestión de las represiones ilegales o de la desaparición forzada de personas argentina, como aquí se hace con Villarruel. ¿Es Victoria más conservadora que liberal? Sin duda. ¿Es Victoria procesista? Puede ser, puede que no. ¿Cuál sería el problema? También casi todas las víctimas y representantes de derechos humanos son castristas o colaboracionistas de sus terroristas... ¿y eso qué? Eso no impide reclamar por los derechos humanos de verdaderas víctimas, aunque sólo se elija a una parte de la población de las mismas. Imagino que si, entonces, no vas a permitir a Villarruel representar dicha causa, mucho menos lo vas a hacer con una falsificadora serial de nombres y números como Bonafini, y una aviesa defensora de terroristas, con y sin Estado. Por otra parte: ¿ser procesista o videlista, hace a Victoria una admiradora o imitadora del nazi-fascismo, como sí lo era, por ejemplo, Perón? No. Y todavía más: ¿es el fascismo igualable con el comunismo oficial y su extensión de la lógica presidiaria a la economía de toda una sociedad? Por supuesto que no.

A la manera de Chomsky, y en ciertos aspectos todavía más hipócrita, todo el discurso de Morás aquí es absolutamente funcional al totalitarismo de izquierda. Lo es, lisa y llanamente. Y no importa cuán corrupto o degradado ideológicamente pueda estar tal o cual ámbito liberal, o tal cual gobierno enemigo de esa izquierda: el muro de Berlín no cayó gracias a las lecturas de Spooner o Tucker o Bastiat, ni que yo sepa a ninguna organización anarquista ni "liberal" centrista... sino a la Guerra Fría con el liderazgo de Estados Unidos y de la OTAN, así como en Latinoamérica no fue el trabajo de campesinos o comerciantes anarcoliberales desarmados los que evitaron que cayéramos bajo el control de las dictaduras comunistas que la Junta de Coordinación Revolucionaria cubano-soviética, o sea: la red de guerrillas organizada, financiada, reclutada y dirigida abiertamente por la DGI cubana y la inteligencia checoslovaca, que intentó imponerla -y lográndolo en varios casos sobre gobiernos débiles cuando no se lo pudieron impedir golpes de Estado- en casi todo el continente por la vía de la subversión partisana de tipo terrorista, cuando no por la intervención armada directa del ejército cubano (República Dominicana, Nicaragua, Panamá, Venezuela y Bolivia, por no contar los países africanos de Angola, Etiopía, Argelia, Congo, Mozambique, etc).

Los ex-guerrilleros sandinistas, casi todos jóvenes, convertidos en la Resistencia Nicaragüense (los llamados por la prensa progresista hegemónica occidental como "Contras", falsamente acusados de ser ex miembros del ejército de Batista como si eso fuera peor que trabajar para la URSS), sólo gracias al apoyo de Reagan vía agentes de la CIA lograron debilitar y finalmente lograr que el régimen marxista-leninista de la Junta Sandinista, comandada por el FSLN, pudiera ser derrocado, finalmente, bajo verdaderas elecciones libres, volviendo así Nicaragua a la democracia a manos de la coalición de centroderecha liberal del CDN, reconvertida en UNO (no, como en 1984, con los partidos políticos opositores y disidentes amordazados, políticos encarcelados y todos los medios de comunicación subordinados o expropiados por el FSLN). Un régimen que a su vez tenía apoyo directo de la KGB, armamento, suministros y agentes soviéticos, organización extranjera de campos de reeducación, además de los ya mencionados Carter y Alfonsín (con el colaboracionismo explícito de sus "brigadistas del café"), que de paso hacían de veedores internacionales como lo hacía Zapatero en la Venezuela de Chávez y Maduro, muy felices con su sello de aprobación democrática. (Vale comentar: Ortega, su principal dictador, volvió luego de década y media al poder en Nicaragua, esta vez por elecciones libres, pero con una oposición dividida y un número reducidísimo de votos, y estableció nuevamente una dictadura, aunque esta vez más vulgar y menos eficiente en términos del prototipo totalitario cubano.)

No, no fue gracias al anarcoliberalismo que se salvó Europa Occidental sino del atlantismo, así como tampoco fue su variante mutualista la que salvó a América Latina, sino la derecha neoconservadora mediante técnicas de contrainsurgencia de guerrillas armadas y de ejércitos entrenados por la CIA, coordinadas mediante el Plan Cóndor, replicando las técnicas del conflicto de baja intensidad de sus enemigos revolucionarios profesionales. De la misma forma no fueron precisamente ni Voltaire ni Paine los que salvaran a Francia del régimen terrorista jacobino, sino la reacción termidoriana y al "Terror Blanco". Y luego del sismo colectivista y de su réplica, la dictadura bolchevique, no fueron Bakunin ni Kropotkin los que ayudaran a Europa a resistir y salvarse en parte de la marea del terror rojo, sino la revuelta de los ejércitos blancos, con una pobre ayuda externa, y luego hay que agregar en la lista de los salvadores la aparición de un conjunto de rivales, demasiado similar al bolchevique en su forma política y social, pero al menos más capitalista y por ende con intereses codependientes con el bienestar en consumo de la población general (cosa que este anarquismo entre centrista e izquierdista parece olvidar), que fue el de los fascismos, os guste o no, y también, en una forma mucho más atenuada el de otro rival -cuya diferencia en este video ni siquiera parece importar- que fue el del nacionalismo católico conservador, entre ellos el franquista. ¡Ah, los anarquistas estaban allí, sí, pero muy ocupados siendo funcionales al estalinismo de la Segunda República! Estaban combatiendo a sus enemigos mediante, entre otras cosas, la quema de iglesias, el asesinato y vejación de curas y monjas, para luego ser exterminados por ese mismo estalinismo luego de ser utilizados con la complicidad de la propaganda de la prensa occidental, como bien denunciara ya arrepentido George Orwell, cuya resistencia al comunismo fue pueril y ya suicida.